El 2020 es un año que difícilmente alguien olvidará: El cubrebocas, los confinamientos, los fallecidos, la enfermedad, la tristeza y el desespero. Sin lugar a dudas uno de los años más difíciles que la humanidad ha atravesado en los últimos 50 años.
Nuestra industria es sin lugar a dudas de las más golpeadas, creo que no podremos olvidar nunca los cientos de aviones en tierra, los vuelos vacíos y como, día a día más colegas pierden sus empleos mientras, las gigantes luchan por sobrevivir en un entorno que apenas hace 12 meses era impensable.
2020 en cifras
Para 2028, IATA proyectaba una saturación del mercado donde existiría una grave escases de pilotos, mientras que el congestionamiento de los cielos, la falta de facilidades aeroportuarias, el número de pasajeros y vuelos eran la principal preocupación para los especialistas en Seguridad Operacional de la aviación, mientras que cientos de expertos buscaban soluciones al problema, sin embargo, todo esto quedó en el recuerdo tras este 2020.
Los números son aterradores: caída del tráfico de pasajeros mundial de más del 60% con respecto a 2019 y una caída de más del 50% de los aviones que operan a nivel mundial; ni hablar de los empleos, hoy vemos que más de medio millón de profesionales de la aviación han perdido sus puestos de trabajo, pilotos transportando carga en camiones, tripulantes de cabina que cambiaron los pasillos de un avión por los pasillos de supermercados e infinidades de historias plagadas de tristeza pero también de superación y resiliencia.
Los aeropuertos, por su parte, pierden millones de dólares mensuales, con sus ingresos mermados debido a la caída en el número de vuelos y la reducción abismal de los ingresos por ventas, mientras las deudas de las aerolíneas y empresas que hacen vida en los aeropuertos van creciendo; esto debido al escaso flujo de caja de todas las empresas, acrecentando los problemas del sector aeroportuario. Este es, sin lugar a dudas, uno de los sectores más complejos, dado que los costos asociados con el mantenimiento y uso nunca disminuyen así descienda la demanda de pasajeros y por ende de ingresos.
El año de la caída de los gigantes de los cielos
Otra de las grandes víctimas de la pandemia del coronavirus han sido los gigantes de los cielos: el Airbus A380 y los Boeing 747, ambas aeronaves ya se encontraban en aprietos antes de la pandemia debido al incremento del tráfico de pasajeros punto a punto, que reduce la necesidad de aviones de gran calaje, y la incorporación de aviones bimotores más eficientes como el Boeing 787 Dreamliner y los Airbus A350.
La caída abismal del tráfico de pasajeros de 2020 llevó a que los grandes operadores de estas flotas de aeronaves: Air France, British Airways, Virgin Atlantic, Qatar Airways, Singapore entre otras, eliminaran o redujeran prácticamente por completo los vuelos de estas flotas llevando a tristes despedidas de la reina de los cielos, el Boeing 747, de las líneas de vuelo de operadores icónicos como British Airways, Qantas o KLM.
Los Airbus A380 continuarán siendo el caballo de batalla de la gigante de oriente medio Emirates, al igual que la versión más moderna del 747: el B747-8 de Lufthansa y Korean Air. Aun así el futuro del A380 se ve cada vez más oscuro, mientras que la reina continuará surcando los cielos en el lucrativo negocio de la carga aérea; cada vez más relevante e importante en la industria aeronáutica.
2021, la luz al final del túnel... Un túnel más angosto
Con la llegada del año nuevo y la implementación de jornadas masivas de vacunación en gran parte del mundo la industria comenzará a tener un respiro, sobre todo en el segundo semestre de 2021, cuando se estima que una gran parte de la población se encuentre vacunada contra el COVID-19 generando beneficios a la industria de los viajes; incluyendo a golpeada industria aeronáutica.
Sin embargo, nada volverá a ser igual, los tiempos de los A380 y los 747 ha pasado, a pesar de que se estima un incremento del número de pasajeros para el segundo semestre del año también se estima que las necesidades de viaje; sobre todo de la lucrativa industria de los viajes de negocio, nunca vuelvan a los niveles previos a la pandemia, esto debido a la masificación del uso de videollamadas y herramientas digitales que probablemente las empresas continúen usando como medios para abaratar costos, creando nuevas necesidades: aviones más pequeños, de un solo pasillo, de largo alcance y altamente eficientes, con mayor capacidad en clase económica y menos asientos en Clase Ejecutiva; la clase que mayores ingresos genera para las aerolíneas en vuelos de largo recorrido.
¿Qué podemos esperar?
La industria, al igual que el mundo, se recuperará, pero seguramente la nueva aviación estará llena de Airbus A321NEO y Boeing 737MAX en vuelos transatlánticos, con menos asientos en Clase Ejecutiva; eliminando casi por completo las Primeras Clases de las aerolíneas. Estructuras de costos muy por debajo, que beneficiarán a las grandes empresas de low cost, salarios del personal probablemente también por debajo y un crecimiento progresivo que hará que poco a poco se tome una nueva normalidad que probablemente nunca será como la que todos recordamos.
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