Luego de tres horas de vuelo, la tripulación detectó el daño en el motor y decidió dar vuelta atrás al Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, donde aterrizaron pasadas otras tres horas
Después de su despegue en Ámsterdam a las 10:17 am del 28 de febrero, el vuelo 515 de KLM con rumbo a Zanzíbar, Tanzania, recorrió unas seis horas de vuelo "sin rumbo" antes de regresar a Países Bajos. La situación se produjo debido a un impacto con un ave en uno de los motores del 777-200ER, aunque al ser aún desconocida, la altura al momento del choque ha causado controversia en redes sociales.
Como si se tratara de un Vuelo a ningún lugar (Flight to nowhere) la aeronave de la compañía neerlandesa KLM fue operada durante unas seis horas para después regresar al Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol. Después de sobrevolar el territorio continental de Grecia (a tres horas del despegue), el 777 dio la vuelta sobre el mar de Creta luego de que la tripulación informó sobre un impacto de un ave en uno de los motores, volviendo a la capital de Países Bajos a las 16:11, completando un recorrido de seis horas y diez minutos.
Según el portal RadarBox, la aeronave había alcanzado la altura crucero de 36.000 pies al momento del reporte de impacto. Esto ha generado muchas preguntas por parte de los conocedores del sector, puesto que no es normal que se encuentren pájaros a tales alturas, por lo que muchos indican que el choque pudo haber sucedido poco tiempo luego del despegue. La situación podría explicarse si el daño se hubiese descubierto tarde, o si una vez descubierto la tripulación decidiera dedicar más tiempo a la determinación de su gravedad.
La aerolínea no ha emitido comunicación al respecto, por lo que los comentarios en redes sociales por parte de entusiastas de la aviación no paran de generar teorías. En una foto compartida en Twitter por Menno Swart se aprecia la abolladura en el borde de uno de los motores del 777-200ER causada por el impacto de un ave, muy cerca de ingresar a la turbina.
Una investigación realizada por Simpleflying adelantó qué tipo de ave podría haber impactado la aeronave a tal altitud en caso de que el choque se registrara a 36.000 pies. Cabe destacar que la mayoría de pájaros no pueden alcanzar dicha altitud, lo cual hace poco frecuentes los incidentes con aviones, registrándose normalmente poco tiempo después del despegue.
Las principales especies contempladas como causantes del incidente son la grulla común (Grus grus) y ánsar indio (Anser indicus), ambas especies migratorias que ocupan la zona donde el 777 de KLM informó el impacto y procedió su regreso a Ámsterdam. Mientras no se comparta información oficial es casi imposible descubrir tanto el momento del choque como la especie que lo provocó, por lo que hasta el momento todas son especulaciones.
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