Nuevos problemas para Boeing con la disminución de pedidos del 777X a causa del retraso en sus entregas y de la poca demanda de vuelos de larga distancia a nivel mundial
El calendario puede ser ahora el peor enemigo de Boeing, que ha tenido que retrasar el lanzamiento de sus nuevas aeronaves a causa de la situación actual del sector aéreo. La pandemia de Covid-19 y las restricciones de vuelo durante todo el 2020, y continuadas en 2021, han provocado que modelos como el 737 MAX 10 o el 777X sufran un gran retraso en sus primeras entregas, fijadas ahora para 2023, lo cual se se está traduciendo en una caída de los pedidos.
Por un lado la sanción al MAX y su complejo proceso de recertificación, mientras que en otro flanco golpeó la pandemia, que provocó una auténtica crisis en la industria aérea. Una de las consecuencias ha sido el retraso en las entregas del esperado 777X, y la posterior caída de un 40% en sus pedidos.
"Los retrasos en los programas 737 MAX y 777X han dado como resultado, y pueden seguir dando lugar, a que los clientes tengan el derecho de cancelar pedidos o sustituir pedidos por otros aviones Boeing", aseguró la empresa según Reuters, agregando que del total inicial de 350 pedidos de la aeronave, 118 han sido declinados hasta la fecha, situación que es entendible debido al retraso en las entregas y además la baja demanda de traslados aéreos a causa de las restricciones.
Boeing, al margen de esta complicada situación donde solo se puede predecir qué rumbo tomará la industria de la aviación, empujada por la pandemia, anunció una amortización de 6.500 millones de dólares para el programa de 777X. Está claro que la compañía se mantiene firme en su proyección, la cual indica una vez comience a surcar los cielos, la moderna aeronave podría hacerse con una parte importante de las rutas de larga distancia, ocupando el lugar de los 747 y 777, muy golpeados por la caída en los traslados internacionales.
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