La conmemoración del Día Internacional del Tripulante de Cabina este 31 de mayo tiene como finalidad reconocer el esfuerzo de quienes dedican sus vidas a ser los guías en las alturas para todas las personas que deciden subirse a una aeronave para alcanzar fronteras más lejanas. Muchos de los que ejercen esta profesión destacar el gran compromiso que se necesita para cumplirla, aunque una cantidad mayor expresa con gran júbilo el orgullo que les ha brindado surcar los cielos y viajar por el mundo, no como un trabajo, sino como un estilo de vida.
Algunas de las adversidades que enfrentan los tripulantes de cabina son las jornadas largas, muchos días lejos de casa, pasajeros difíciles o dificultades durante el vuelo, entre muchas otras, las cuales representan un gran reto para quienes deciden hacer de esta profesión su vida. Al mismo tiempo la sensación de libertad, no tener rutinas monótonas y los viajes constantes destacan como las primeras ventajas de las que disfrutan los tripulantes de cabina, aunque basta con hablar con alguno y entender a través de su emoción que no se trata para nada de un trabajo normal.
La experiencia de volar
Para comprender mejor lo que significa ser tripulante de cabina fue necesario recurrir a quienes han vivido personalmente la experiencia, ya que solo ellos pueden expresar lo que se siente vivir a bordo.
En primer lugar consultamos al Presidente de CL Aviation Consulting, Carlos Leáñez, quien fue tripulante de cabina durante siete años, antes de continuar con sus sueños en un nivel diferente dentro del mundo aeronáutico. Nuestra segunda opinión experta proviene de Ligia Leiva, quien voló diez años en SBA Airlines y actualmente es instructora del CIA CaracasAir.
"Ser tripulante de cabina fue la etapa más enriquecedora a nivel profesional y personal de mi vida. Cada vuelo me enseñaba algo distinto, permitiéndome sentir el balance perfecto entre la disciplina y la empatía", expresó Ligia con mucho sentimiento. Por su parte, Carlos destacó el desarrollo profesional y personal que obtuvo como auxiliar de vuelo destacando el aprendizaje de habilidades como la "paciencia, y perseverancia", las cuales son las principales habilidades para ser un buen TCP.
Lo mejor, lo peor y lo más raro
Para Ligia, su mejor experiencia como tripulante fue realizar el primer vuelo del Boeing 767 (YV612T) de SBA Airlines con destino a Miami, en compañía de una excelente tripulación y disfrutando de una muy buena conexión. "Volar es lo máximo, no hay comparación", así describe Carlos la profesión, apuntando que lo mejor de ser tripulante de cabina son los viajes, conocer el mundo y la satisfacción de trabajar haciendo lo que amas.
Como en todos los trabajos, ser TCP puede llevarte a vivir momentos negativos, agregando el factor de permanecer durante horas a miles de pies de altura, lo que hace de la seguridad el punto más importante. Ambos profesionales expresaron que sus peores experiencias fueron emergencias durante el vuelo, situaciones que ponen al límite hasta al TCPmás experimentado, puesto que el miedo es un mecanismo de defensa natural, que solo puede ser controlado a través del entrenamiento que los capacita para mantenerse tranquilos y ayudar a los pasajeros a tranquilizarse.
Carlos reveló que su experiencia más rara a bordo fue ver a un pasajero transportando unos huevos azules y llorar cuando los tripulantes le advirtieron que no podía llevarlos de esa forma, mientras que Ligia recordó el momento cuando un pasajero llevaba una iguana como mascota de apoyo emocional, dejando completamente sorprendida a toda la tripulación.
¡El mejor trabajo del mundo!
"Es el mejor trabajo del mundo porque cada vuelo es diferente, no estás con las mismas personas todo el tiempo y conoces muchas esencias diferentes, lo cual te brinda experiencias agradables o desagradables que te llenan y te hacen evolucionar cada día como una mejor persona", comentó Ligia.
"Sencillamente es el mejor trabajo del mundo, disfrutas, viajas, compartes con gente maravillosa que comparte la misma cultura profesional, lo que hace que exista una camaradería especial con quienes volaste", aseguró Carlos.
Mensaje a los pasajeros
Esta pregunta muestra las dos principales opiniones o sentimientos de los tripulantes de cabina con respecto a los pasajeros debido a su experiencia, ya que si bien se pueden vivir momentos inolvidables y conocer a personas muy enriquecedoras, también se exponen al maltrato y los abusos de quienes no entienden el importante rol de los auxiliares de vuelo e irrespetan su formación profesional comportándose de forma inadecuada. El aumento de las agresiones a tripulantes de cabina, uno de los principales problemas que afecta actualmente a la aviación, fue la mayor preocupación de Carlos, quien ha experimentado el mal comportamiento de pasajeros, algunos incluso llegando a la violencia únicamente por recibir instrucciones de los tripulantes. "Tiene que existir un respeto mutuo entre ambas partes" para hacer cumplir las normas de seguridad y disfrutar de la experiencia de volar.
Por su parte, Ligia dedicó un emotivo mensaje a los viajeros, recordando con mucho cariño todos los buenos momentos que vivió en los pasillos de un avión: "A todos, gracias por cada anécdota vivida, por permitirme darles consuelo durante algún momento trágico de sus vidas, por reírnos juntos en algunos momentos en que me equivocaba en la demostración de seguridad, por ser nuestros cómplices para el bautizo de algún nuevo integrante de la tripulación. No tengo palabras para expresar lo mucho que los extraño y lo mucho que disfruté cuidándolos y atendiéndolos. Queridos pasajeros, gracias por su atención y espero hayan disfrutado su vuelo con nosotros".
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