La desaparición de la aerolínea provocaría una situación incierta para la aviación mexicana, con compañías en alza, pero en medio de una crisis mundial para el sector
La situación actual de Aeroméxico deja entrever una posibilidad bastante real de que la compañía caiga en quiebra; la falta de caja y las batallas legales con sus empleados podrían impedirle obtener el préstamo que la salve de no poder continuar con sus operaciones. No es un hecho menor que la línea aérea del guerrero águila pueda dejar de operar en México, ya que se trata de la aerolínea más importante del país, por lo que dejaría unas consecuencias de gran escala.
Al verse en la necesidad de recortar suficientes gastos para acceder al financiamiento preferencial garantizado del Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos, la empresa solicitó el pasado 11 de enero a las autoridades del trabajo de México terminar con los contratos de unos 370 pilotos y sobrecargos. Ante la postura del gobierno mexicano de no brindar ayuda a las empresas en peligro por la pandemia, la aerolínea acude al último recurso para llegar con las cifras adecuadas al 27 de enero, fecha límite de requerimientos para obtener los 1.000 millones de dólares de préstamo.
De no ser posible un acuerdo que otorgue liquidez a la compañía aérea, se perdería la conexión con 49 destinos internacionales, un "lujo" que no podría permitirse la industria de aviación mexicana, que ve como Interjet cae en un abismo prácticamente inevitable, generando una falta muy importante en la oferta aérea del país tras un 2020 que sentenció a muchas compañías a nivel mundial, elevando la situación de la industria a niveles de crisis.
Números de la pérdida de Aeroméxico
Según datos de Cluster Industrial, alrededor de 43 conexiones dentro de México operadas por Aeroméxico dejarían de estar disponibles en caso de su quiebra, se perderían cerca de 16.000 empleos en todo el país, y 61 aeronaves quedarían totalmente inoperativas a la espera de lo que suceda con la compañía. Este escenario le sucedió a Aeroméxico en 1988, cuando una huelga la llevó a la quiebra, para luego reformarse y volver a la operatividad en un proceso, que de intentar replicarse hoy día podría tomar años debido a las actuales condiciones del mercado.
Si Aeroméxico no consigue la recuperación estaríamos hablando de un golpe similar al que produjo la caída de Mexicana de Aviación, que si bien fue suplida por compañías como Volaris, Interjet, Viva Aerobus y la propia Aeroméxico, sucedió en condiciones diferentes a las actuales, donde todo el mundo de la aviación está profundamente afectado. Los ejecutivos al mando de diversos organismos aéreos como IATA han adelantado que en 2021 la prioridad de los gobiernos debería ser la recuperación de las aerolíneas, que proveen la conexión internacional que mantienen andando el mercado mundial.
En caso de que se genere el peor escenario posible para la compañía del guerrero águila, y a pesar de las difíciles condiciones actuales debido a la pandemia de Covid-19, la buena actualidad de varias líneas aéreas mexicanas hace pensar en un futuro esperanzador. Este es el caso de Volaris, aerolínea con mayor tasa de pasajeros del país y una de las mejores de Latinoamérica, o Viva Aerobus, que al igual que la anterior ha sumado aeronaves nuevas a su flota; condiciones que invitan a pensar en un futuro después de Aeroméxico en caso de no conseguir el tan esperado rescate.
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