Los recientes casos positivos en Sydney provocaron la detención de vuelos desde Australia por parte del gobierno de Nueva Zelanda
La complicada actualidad de la pandemia aumenta las preocupaciones del gobierno de Australia, dando vuelta a la posibilidad de flexibilizar las restricciones y permitir a los ciudadanos australianos vacunados realizar viajes internacionales. En detrimento de dicha postura, la administración podría mantener el cierre de fronteras durante el resto del 2021 y gran parte del 2022.
Debido al reciente aumento en los casos de Covid-19 en Sydney, en parte a causa de los positivos provenientes de vuelos desde la India, el gobierno de Nueva Zelanda decidió detener los viajes sin cuarentena desde Nueva Gales del Sur "mientras se investiga la fuente de infección de los dos casos anunciados en Sydney en los últimos dos días", según indicó un comunicado oficial del país oceánico. Esto significa la ruptura, al menos parcial, de la burbuja de viajes sin confinamiento obligatorio de 14 días entre ambas naciones.
Motivo de esta situación, el ministro de Finanzas australiano, Simon Birmingham, adelantó la posibilidad de un cierre prolongado de las fronteras, según informó Simple Flying. "Dadas las incertidumbres que existen no sólo en cuanto a la velocidad de implantación de la vacuna, sino también en cuanto al alcance de su eficacia para las diferentes variantes de COVID, la duración de su longevidad y su eficacia, todas estas son consideraciones que hacen que no veamos las fronteras abiertas de golpe a principios del próximo año con gran facilidad", declaró el ministro a The Australian.
En cuestión de semanas el panorama ha cambiado totalmente, lo que se evidencia con las declaraciones del primer ministro australiano, Scott Morrison, en el pasado mes de abril, cuando aseguró estar a favor de los viajes libres de cuarentena para los australianos vacunados, siempre y cuando las autoridades médicas del país dieran seguridad al gobierno de que esto no representaría un problema sanitario para el país.
La decisión de Nueva Zelanda pone en evidencia a la administración australiana, aumentando el descontento de los ciudadanos con respecto al majeo de la pandemia. En total, se han administrado 597.000 dosis de vacunas contra el Covid-19 en Australia desde el inicio de las campañas de vacunación el 22 de febrero, un número considerablemente inferior con respecto a las estimaciones iniciales del gobierno, cuya meta consistía en alcanzar los cuatro millones de vacunados para el mes de marzo.
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