En el mundo puede que existan pocas convicciones más fuertes que la de desafiar el orden tradicional establecido, lo cual nos permite ver a lo largo de la historia grandes hazañas impulsadas por sueños y mucho esfuerzo que quedan grabadas para siempre. En este escalón exclusivo se encuentra Amelia Earhart, una aviadora valiente e intrépida que consiguió ser la primera mujer en cruzar sola el océano Atlántico, marcando un precedente de igualdad en una industria históricamente gobernada por hombres.
El sueño de Amelia comenzó a fraguarse de a poco, comenzando cuando cayó enamorada perdidamente de los aviones al asistir a una feria estatal de acrobacias antes de su veintena. Años más tarde, en 1920, se subió por primera vez a uno de estos aparatos voladores que tanto admiraba, aceptando una invitación del piloto Frank Hawks. Fue en este momento cuando algo en su mente cambia y Amelia nunca más dejó de pensar en volar.
Las circunstancias de la época la llevaron a trabajar como auxiliar de enfermería en un hospital militar durante la Primera Guerra Mundial, para luego de un paso por la universidad, convertirse en trabajadora social en una casa de asentamiento en Boston. Tan solo un año después de subirse por primera vez a un avión, Amelia tomó su primera lección de vuelo el 3 de enero de 1921 y en solo seis meses consiguió comprar un Kinner Airster de segunda mano al que llamó "The Canary" por su color amarillo, con el cual rompió su primero de muchos récords, siendo la primera mujer en elevarse a una altitud de 14,000 pies.
La aventura sobre el Atlántico
Durante el año 1928, una aristócrata estadounidense llamada Amy Guest adquirió un Fokker F.VII, avión comercial de mayor éxito en la década de los 20, con la idea de que una intrépida expedición cruzara el atlántico con una mujer a bordo. Así fue como, luego de que el encargado de la misión estudiara las diferentes candidatas para la tripulación, Amelia Earhart recibió la llamada que cambiaría su vida por completo.
Guest contrató al editor de libros y publicista George P. Putnam, quien se encargó de promocionar el vuelo por todo lo alto, presentando a Amelia como Lady Lindy, por su parecido al aviador Charles Lindbergh, con quien Putnam había trabajado anteriormente. La aventura se inició el 17 de junio de 1928, cuando la aeronave llamada Friendship despegó desde la isla canadiense de Terranova rumbo a Europa, aterrizando Burry Port, Gales luego de un vuelo de 20 horas y 40 minutos. Tras el aterrizaje los medios abordaron frenéticos a Amelia; desde ese día sería conocida en todo el mundo.
A raíz del éxito de la expedición, tiempo después Amelia y George Putnam se casaron, continuando en secreto con el trabajo para el nuevo reto de la valiente piloto. Fruto de la ambición de ambos, el 20 de mayo de 1932, tan solo cinco años después de la primer misión, Amelia Earhart se convirtió en la primera mujer en cruzar el Atlántico en solitario al mando de un Lockheed Vega modificado para la complicada labor. La estadounidense despegó desde Harbour Grace, Terranova, con rumbo París, aunque a causa del mal clima y problemas mecánicos, aterrizó en una granja de Londonderry, Irlanda.
Récords logrados por Amelia en dicho vuelo:
Primera mujer en hacer un vuelo solitario en el Atlántico
Primera persona en hacerlo dos veces
Distancia más larga volada por una mujer sin parar
Récord por cruzar el Atlántico en el menor tiempo
El eterno recuerdo de Amelia Earhart
La fama de la aviadora llegó a niveles nunca antes imaginados. Hizo tours por varios continentes, recibió incontables reconocimientos, fue votada como mujer más destacada del año, se convirtió en figura para las mujeres y un ejemplo para todos los soñadores, continuó rompiendo récords y terminó su vida como decidió vivirla, persiguiendo siempre objetivos más altos.
"Tengo la sensación de que queda un buen vuelo más en mi sistema, y espero que sea este viaje", declaró Amelia al anunciar que se embarcaría en la misión para internar convertirse en la primera mujer en volar alrededor del mundo. Se inició la travesía el 1 de junio de 1937 desde Miami, llegando progresivamente a los puntos de control previstos en Puerto Rico, Venezuela, Brasil, para luego llegar al oeste de África y dirigirse hacia el Mar Rojo. De ahí hasta Pakistán, Birmania, Singapur e Indonesia, para posteriormente aterrizar en Papúa Nueva Guinea, únicamente con el Pacífico como última barrera para completar su travesía.
A pesar de tener su aeronave acondicionada y con suficiente combustible para realizar el recorrido hasta Hawái, y luego continuar hasta territorio continental estadounidense, las condiciones climáticas fueron demasiado adversas. A mitad de camino entre Papúa y Hawái, la aeronave de Amelia cayó de 56 a 160 kilómetros de la costa de la isla Howland, terminando así con la vida de un ícono que quedará para siempre en la historia de la aviación por sus invaluables logros y ejemplos para las futuras generaciones.
Comments