Las pruebas de vuelo de Sirkosky con un piloto único en un ATR 42-300 de FedEx marcaron un precedente para lo que será el desarrollo de esta tecnología en los próximos años
Aeropuerto de Waterbury-Oxford, 10 de febrero, lugar y fecha de un hecho que podría ser el comienzo de una nueva etapa en la industria de la aviación. La empresa de carga FedEx y la fabricante de aeronaves Sikorsky unieron esfuerzos para realizar una prueba de vuelo secreta con un solo piloto al mando de un ATR 42-300, la aeronave más grande en ser testada con tecnologías diseñadas para su manejo con un piloto único.
Para entender la magnitud del acontecimiento es necesario destacar que la razón para que las aeronaves sean controladas por dos pilotos es la seguridad. Partiendo desde este punto, la innovación que plantea Sikorsky ha levantado diferentes opiniones dentro de la industria, la mayoría de ellas con un carácter crítico y conservador, atendiendo a que estos nuevos sistemas aún se encuentran en etapas muy poco desarrolladas como para brindar seguridad en operaciones aéreas, sean cargueras o de pasajeros.
Al mencionar estos sistemas nos referimos a la Investigación de Autonomía de Aeronaves de Sikorsky (SARA), el cual se define en la página de Lockheed Martin, matriz de la fabricante, como "un segundo piloto virtual que ayudará a los operadores a volar de forma segura y con confianza en misiones peligrosas y complejas". Sin embargo, los planes de la compañía para esta tecnología también denominada MATRIX van mucho más allá, prometiendo en un futuro los vuelos completamente autónomos.
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Este proyecto iniciado en 2013 ha pasado por distintas etapas, consiguiendo resultados positivos en su desarrollo. El financiamiento del Sistema de Automatización del Trabajo de las Tripulaciones (ALIAS), perteneciente a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), fue fundamental para que en 2016 se realizara el primer vuelo de prueba que supuso un recorrido de casi 50 kilómetros, dando paso a un nuevo ensayo posterior con un Cessna 208 caravan.
Un año más tarde Chris Van Buiten, Vicepresidente de Sikorsky, expresó el principio de esta investigación para la compañía. "Nuestro objetivo es hacer los vuelos fundamentalmente más seguros. Actualmente tres cuartos de los accidentes aéreos en helicópteros son vuelos controlados al terreno. Creemos que los sistemas de autonomía a bordo de la aeronave, que colaboran con la tripulación pueden eliminar la mayoría de estos accidentes", declaró a Vertical Maganize.
Las propias proyecciones de Van Buiten en 2017, cuando afirmó que al programa le hacía falta al menos cinco años para un avance importante, indican que entre este año y el siguiente se podrían registrar un aumento importante en este tipo de pruebas, ya sea con un piloto o sin presencia de este, haciendo el vuelo completamente remoto y controlado por computadora.
Según la opinión del Capitán Luciano Correa, piloto venezolano con más de 50 años de experiencia en la aviación comercial y Asesor senior de la firma CL Aviation Consulting, la prudencia debe imperar en cuanto a la implementación de esta tecnología, especialmente en cuanto al traslado de pasajeros. "Los vuelos en aeronaves pequeñas con un piloto o bien a control remoto son más viables por la menor dificultad que representa su manejo. Ahora, en lo que respecta a equipos de gran tamaño el porcentaje de riesgo y las potenciales pérdidas humanas y materiales en caso de un accidente aumentan exponencialmente". Otro punto importante que brinda peso a este ambicioso cambio en la normalidad radica en la reducción de gastos que supondrían los vuelos con menos tripulación. Dejando de lado el factor seguridad, es necesario recordar que la industria aérea vive una crisis debido a la pandemia, la peor que se ha experimentado en sus más de 100 años de funcionamiento. Se espera que consecuencias de este inesperado fenómeno sanitario sigan en aumento y se mantengan durante los próximos años, lo que podría ser un incentivo para que se acelere la inserción de sistemas como el MATRIX en la industria.
Como se acostumbra en la historia humana, los avances llegan y poco se puede hacer para detenerlos. En ocasiones generan más problemas que beneficios y terminan por ser desestimados, hasta que aparecen nuevos visionarios que hallan los caminos para que el progreso se establezca de forma definitiva. Aún es muy pronto para pensar seriamente en grandes vuelos comerciales pilotados por un solo piloto, y aún más por computadora, y es bastante probable que estos cambios afecten primero al sector de carga, pero cada prueba exitosa será un paso adelante hacia el futuro.
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