La aerolínea argentina Flyest hizo pedido de quiebra tras estar meses en inactividad como consecuencia de los estragos que causó el COVID-19. Durante la pandemia solo llevó a cabo vuelos especiales, pero la crisis de la industria los superó. La línea aérea también hizo la solicitud de la suspensión de su Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA) a la Administración Nacional de Aviación del país suramericano.
En el mes de julio superó el concurso de acreedores, ahí renegoció 90% de su deuda con proveedores en un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE).
"Se frustraron y no se logró llegar a un acuerdo con los potenciales inversores. Ahora, se espera el nombramiento del síndico", dijo el cronista Juan Maravilla, director de Planeamiento de Flyest.
Desde el 2017 Flyest se especializa en vuelos charters, además de prestar servicios para compañías petroleras y mineras. Su flota está compuesta por dos aviones CRJ-200 Bombardier de 50 plazas de la ex Sol, bajo leasing.
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